El proyecto de matrimonio igualitario se presentó en 2017 gracias al impulso de la ex-presidenta Michelle Bachelet (2014-2018) y estuvo estancado durante casi cuatro años. El pasado julio, en un giro sorpresivo, el actual presidente, Sebastián Piñera, dijo que había “llegado el tiempo” de aprobar la iniciativa e instruyó al Parlamento que lo debatiera con urgencia. El anuncio cayó como un jarro de agua fría entre los sectores más conservadores que, la semana pasada, votaron en contra y alargaron durante otros siete días la discusión. Es importante recordar que desde 2015 hasta ahora, el colectivo LGBTQI+ solo contaban con la figura legal del Acuerdo de Unión Civil (AUC), que no reconoce derechos de filiación (vínculo que une al hijo con sus progenitores, relación que despliega una serie de derechos y obligaciones).