Triple Lesbicidio en Barracas, Argentina: Las consecuencias de hacer caso omiso a los discursos de odio
El reciente ataque con cócteles molotov en Buenos Aires ha dejado una cicatriz profunda en el corazón de Argentina y ha encendido una llama de indignación y demanda de justicia en todo el país.
El trágico incidente, que cobró la vida de tres mujeres y dejó a una gravemente herida, ha sido identificado como un acto de odio dirigido hacia la comunidad LGBTI+.
El escenario del crimen fue un hotel familiar en el barrio de Barracas, donde cuatro mujeres compartían una habitación. En la oscura madrugada del 6 de mayo, un individuo arrojó una botella llena de líquido inflamable a la habitación 14 y prendió fuego, atrapando a las mujeres en un infierno mortal.
Pamela Cobbas, Mercedes Roxana Figueroa y Andrea Amarante perdieron sus vidas en el acto, mientras que Sofía Castro Riglos lucha por sobrevivir, con quemaduras en el 90% de su cuerpo.
La motivación detrás de este acto atroz ha sido clara desde el principio: odio hacia la orientación sexual de las víctimas. Las víctimas, identificadas como lesbianas, eran además mujeres de bajos recursos que compartían una habitación en condiciones precarias. Esta trágica realidad ha generado una ola de indignación y solidaridad en la comunidad LGBTI+, que ha salido a las calles exigiendo justicia y denunciando el aumento de los discursos de odio en la sociedad.
El principal sospechoso del crimen, Justo Fernando Barrientos, de 67 años, fue arrestado después de un intento de suicidio.
Aunque aún no ha declarado ante la justicia, se espera que se haga justicia y que el crimen sea tratado como lo que es: un crimen de odio.
El Gobierno de Javier Milei asegura que todo acto de violencia es repudiable por igual. “Me parece muy injusto sólo hablar de este episodio cuando la violencia es algo mucho más abarcativo que simplemente una cuestión contra un determinado colectivo”, respondió este lunes en rueda de prensa el portavoz presidencial, Manuel Adorni. “Hay muchas mujeres y hombres que sufren violencia y son cosas que no pueden seguir pasando”, agregó Adorni.
Horas después, a través de las redes sociales, el portavoz presidencial respondió a una diputada de izquierda que le exigía hablar de lesbicidio con una captura de la búsqueda fallida en el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE): “La palabra lesbicidio no está registrada en el diccionario”. Ante la consulta de una usuaria, la RAE contradijo a Adorni: “Lesbicidio’ es un neologismo bien formado a partir de ‘lesbi(ana)’ y el elemento compositivo ‘-cidio’ para para designar el asesinato de una mujer lesbiana por su orientación sexual”.
https://twitter.com/Anacanao1/status/1790215906599043405?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1790344178649423957%7Ctwgr%5E76e7c1a2de2a62687d162b99226e35d1b7dcd049%7Ctwcon%5Es2_&ref_url=https%3A%2F%2Felpais.com%2Fargentina%2F2024-05-15%2Flas-mataron-por-lesbianas-el-asesinato-de-tres-mujeres-quemadas-vivas-conmociona-a-argentina.html

Este trágico evento no es un incidente aislado.
Según el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+, en Argentina se han registrado más de cien crímenes de odio el año pasado, donde la orientación sexual de las víctimas fue utilizada como pretexto para los ataques.
Es crucial que la sociedad y el Estado se unan en la lucha contra la discriminación y el odio, garantizando que todas las personas, independientemente de su orientación sexual, puedan vivir libres de violencia y discriminación.
La memoria de Pamela Cobbas, Mercedes Roxana Figueroa y Andrea Amarante debe ser honrada con un compromiso renovado hacia la igualdad y la justicia para todos.
Es hora de que Argentina y el mundo entero se unan en solidaridad con la comunidad LGBTI+ y trabajen juntos para construir un futuro donde todos sean tratados con dignidad y respeto, independientemente de quiénes sean o a quién amen.