Pastor que apoya a Trump pide que dejen de llamar “gay” a la gente porque es “insultante”
En un nuevo intento por disfrazar la homofobia de moral cristiana, el pastor ultraconservador Everett Piper –conocido por su apoyo a Donald Trump y por comparar a las personas LGBTQ+ con terroristas y animales– publicó una columna pidiendo a los cristianos dejar de referirse a otras personas como “gay”.
Según Piper, llamarle a alguien “gay” equivale a definirlo por sus “deseos sexuales”, algo que considera deshumanizante. En su texto, publicado en The Washington Times, afirmó que ese tipo de etiquetas reducen a las personas “al nivel de animales que se dejan llevar por sus instintos”.
“¿No se dan cuenta de que están repitiendo la mentira de que los deseos nos definen?”, escribió. “¿Creen que etiquetar a alguien según lo que quiere hacer sexualmente no es insultante? Eso es tratarlo como un perro”.
Más allá de sus ataques retóricos, Piper parece sugerir que las personas LGBTQ+ podrían “elegir no serlo”, una narrativa que ha sido ampliamente desacreditada por la ciencia y que alimenta peligrosas prácticas como las llamadas “terapias de conversión”.
Aunque no lo menciona directamente, su discurso recuerda a los argumentos usados para justificar las terapias de conversión: prácticas pseudocientíficas que intentan cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona. Estas “terapias” incluyen desde leer la Biblia compulsivamente hasta métodos más agresivos como el castigo físico y la humillación.
De acuerdo con estudios recientes, el 84% de quienes pasaron por estas terapias sufrieron daños emocionales duraderos. Y según The Trevor Project, el 13% de jóvenes LGBTQ+ en Estados Unidos han sido sometidos a este tipo de abusos, la mayoría antes de los 18 años.
Piper tiene un largo historial de posturas extremistas: durante el Pride de 2023, compartió publicaciones donde calificaba a la comunidad LGBTQ+ como una “secta sexual del arcoíris” que busca “adoctrinar a niños por redes sociales”. También ha apoyado al grupo Moms for Liberty, catalogado como extremista por el Southern Poverty Law Center.
En 2024, escribió:
“Cualquier nación que dedique un mes entero a celebrar el orgullo está al borde del desastre. Ahora estamos divididos por culpa de nuestra arrogancia y orgullo”.
También ha declarado que el deporte femenino “está muerto” por culpa de lo que llama “misoginia LGBTQ+”, en referencia a la participación de atletas trans.
Piper finaliza su columna afirmando que nadie debería aceptar haber “nacido así” y que las personas no deberían ser “definidas por sus pecados”, comparando la orientación sexual con robar o mentir.
Detrás del lenguaje aparentemente reflexivo, el mensaje es el mismo: negar la identidad LGBTQ+ y promover una visión del mundo donde sólo caben las personas que se ajustan a una idea conservadora, religiosa y binaria del ser humano.
Mientras tanto, la comunidad LGBTQ+ sigue exigiendo algo mucho más simple: respeto, reconocimiento y el derecho a vivir con dignidad.