La Campaña por los Derechos Humanos (HRC) reestructura su organización ante los retos políticos y financieros
La Campaña por los Derechos Humanos (Human Rights Campaign) ha anunciado que reducirá aproximadamente el 20% de su fuerza laboral como parte de un proceso de reestructuración.
Esta decisión, que afectará a alrededor de 50 empleados y se hará efectiva el 12 de febrero, responde a la necesidad de adaptarse a un panorama político y financiero en constante cambio, según explicó Kelley Robinson, presidenta de la organización, quien asumió el cargo en 2022.
A pesar de que HRC ha tenido un notable éxito en recaudación de fondos en los últimos años, con ingresos que superaron las expectativas —alcanzando los 85 millones de dólares en 2023—, la organización ha reconocido que su modelo financiero actual no es sostenible. El gasto de la HRC en 2024 superó sus ingresos en cerca de 14 millones de dólares, lo que provocó una disminución en sus activos netos. Para mantener un presupuesto equilibrado en este nuevo entorno político y financiero, se tomó la decisión de realizar estos despidos.
Robinson señaló que este cambio no solo es una respuesta a las dificultades económicas, sino también a los crecientes desafíos políticos. “Estamos afinando nuestro enfoque en los lugares donde podemos tener el mayor impacto, como las escuelas, los lugares de trabajo, las políticas y la política”, indicó la presidenta. Añadió que a pesar de los despidos, la misión de la organización sigue siendo la misma: defender y promover los derechos de la comunidad LGBTQ+ en todos los ámbitos posibles.
Aunque el clima político se ha vuelto más hostil para las organizaciones LGBTQ+ debido a los ataques legislativos y la desinformación en torno a los derechos de las personas transgénero, Robinson expresó que la HRC no se dejará intimidar. “El mejor aspecto de ser una persona queer es que tenemos una historia y un legado de enfrentar desafíos imposibles y salir adelante”, comentó.
HRC continuará su trabajo en áreas clave como la defensa de los derechos en los lugares de trabajo y las escuelas, así como luchando contra la legislación que perjudica a la comunidad. También se comprometió a seguir transformando las amenazas en oportunidades para crear un impacto duradero.
La organización, que ha sido un lugar de trabajo sindicalizado durante más de 25 años, dialogará con su sindicato, el SEIU, sobre los despidos y otros aspectos del proceso. Aunque la reestructuración afectará la estructura interna, HRC subraya que sus eventos más importantes, como la Cena Nacional y las galas regionales, seguirán adelante.
Con respecto al futuro, Robinson aseguró que la organización también está rediseñando su estrategia de comunicación para contrarrestar la desinformación sobre las personas trans y otras cuestiones LGBTQ+. La HRC se prepara para un futuro donde su influencia y lucha por los derechos humanos sean más relevantes que nunca.
Robinson, quien espera un hijo para la primavera, también expresó su confianza en el equipo de liderazgo que continuará con el trabajo de la organización durante su licencia de maternidad. “Un movimiento es más grande que cualquier persona”, afirmó con determinación.