El equipo de baloncesto femenino de la Universidad de Vancouver Island se pronuncia tras acusaciones de acoso hacia una jugadora trans
El equipo de baloncesto femenino de la Universidad de Vancouver Island (VIU) ha decidido alzar la voz en defensa de la inclusión trans en los deportes, luego de que una de sus jugadoras fuera presuntamente acosada por su identidad de género.
El 10 de enero de 2025, la cuestión de la participación de mujeres trans en los deportes universitarios volvió a ocupar titulares. Esta vez, la controversia no surgió por la presencia de una jugadora trans en uno de los equipos, sino porque se denunció que dicha jugadora fue objeto de acoso por parte de un equipo contrario debido a su identidad de género.
El equipo de baloncesto femenino de VIU se ha posicionado firmemente a favor de la inclusión de las personas trans en los deportes, tras un incidente en el que su jugadora Harriette Mackenzie, una delantera trans, fue blanco de comentarios y acciones discriminatorias. Las 13 integrantes del equipo firmaron una carta en la que expresan que no se sienten seguras al jugar en futuros partidos fuera de casa contra el Columbia Bible College (CBC), debido a que la entrenadora de ese equipo, Taylor Claggett, supuestamente se quejó de la presencia de Mackenzie en el equipo de VIU.
La carta, dirigida a los líderes de PACWEST (la conferencia en la que ambos equipos compiten), establece: “Todos deberíamos tener la libertad de ser nosotros mismos y jugar al baloncesto en un ambiente seguro y de apoyo, incluidas las atletas queer y trans”. También señalan que no se sienten seguras jugando contra el CBC mientras Claggett continúe con su actitud, añadiendo que la inacción de los responsables solo ha contribuido a un ambiente menos seguro para las jugadoras.
Según el relato de Mackenzie, publicado en Instagram, los problemas comenzaron tras un partido disputado en octubre de 2024, en el que VIU derrotó al CBC Bearcats. Mackenzie denunció que, después del juego, la entrenadora Claggett habría confrontado a uno de los miembros del personal de VIU, criticando a la jugadora trans por formar parte del equipo. Al día siguiente, la jugadora fue contactada por su entrenador, quien le preguntó si había visto los comentarios en redes sociales, donde el hermano de la entrenadora, Kyle Claggett, publicó historias en Instagram con mensajes como: “¡Mantengan los deportes femeninos, LOS DEPORTES FEMENINOS!” y “Tienen chicas que sueñan con jugar baloncesto universitario, y cuando lo logran, deben competir contra un HOMBRE. Increíble. Haz que tenga sentido”.
Mackenzie también alegó que, en el siguiente partido, se sintió blanco de faltas duras y estuvo a punto de resultar lesionada. En su mensaje, la jugadora lamentó que este tipo de ataques no eran nuevos para ella, ya que a lo largo de su carrera ha enfrentado constantes intentos de descalificación de sus logros deportivos, con comentarios como que solo consiguió ser “jugadora del año” o “MVP nacional” por ser mujer trans.
El Columbia Bible College, por su parte, negó que su equipo hubiera atacado a Mackenzie, aunque reconoció que su entrenadora había tenido una conversación con el entrenador de VIU. En su comunicado, la universidad defendió a Claggett, asegurando que sus comentarios fueron expresados en nombre de la seguridad de sus jugadoras. La institución afirmó que las preocupaciones surgieron debido a “la participación de una atleta transgénero de 1.88 metros de altura”.
La conferencia PACWEST también emitió una declaración reiterando su compromiso con la inclusión y asegurando que “la intimidación o el acoso hacia los estudiantes-atletas no serán tolerados”. Asimismo, destacaron que, como parte de la Asociación Atlética Universitaria Canadiense (CCAA), siguen las políticas nacionales sobre la participación de estudiantes-atletas transgénero.
Por su parte, la Universidad de Vancouver Island solicitó que se suspendiera a Claggett, que el campeonato provincial se realizara en otro lugar que no fuera el CBC y que la institución adoptara una política de “tolerancia cero ante el odio y la discriminación”. También pidieron que se pospusieran los partidos entre ambos equipos si la conferencia decidía registrar como derrotas los partidos boicoteados por VIU.
La inclusión de personas trans en el deporte sigue siendo un tema de intenso debate. En 2024, un estudio financiado por el Comité Olímpico Internacional mostró que, aunque las mujeres trans presentan mayor fuerza de agarre que sus contrapartes cisgénero, su desempeño en otras áreas como la función pulmonar, la aptitud cardiovascular y la capacidad de salto es inferior.
Finalmente, un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina indicó que los datos disponibles no sugieren que las mujeres trans tengan ventajas atléticas claras tras la transición, ya que su rendimiento tiende a ser similar al de las mujeres cisgénero o, en muchos casos, se encuentra en un punto intermedio entre los hombres cisgénero y las mujeres cisgénero.