A raíz de una serie de agresiones y amenazas por ser no binario en León, Guanajuato, México, José Antonio Espinoza Arroyo, también conocide como Pepper Espín tuvo que pedir asilo político para refugiarse en Canadá, y desde allá nos cuenta las anomalías que ha tenido su denuncia en México, ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guanajuato.
Conoce su caso: https://elclosetlgbt.com/closetnews/asi-es-mexico-cronica-de-un-crimen-de-odio-enebefobico/
¿Cómo ha sido tu experiencia con la denuncia? ¿Crees que las instituciones de derechos humanos en México están facultadas para combatir la discriminación?
En mi experiencia no están capacitadas, deberían tener algún tipo de sensiliblización sobre cómo llevar un tema de la comunidad LGBT+. Mi experiencia no ha sido buena pues ha estado llena de irregularidades.
¿Podrías contarnos más de estas irregularidades?
Primero, filtraron la lista de mis testigos, con direcciones, poniéndoles en riesgo. Un guardia de seguridad que fue mi testigo, fue amenazado de muerte con pistola y todo afuera de su casa.

Segunda, se entregaron pruebas, tenemos fotografía de los sellos, pero sacaron un documento diciendo que ni los acusados ni yo entregamos pruebas, ¿qué pasó con esas pruebas? Nadie sabemos que pasó con mis videos, testimonios de guardias, pruebas médicas, etc.

Tercero, cuando yo me vine a Canadá, hicimos una carta poder ante notario para que mis papás pudieran representarme legalmente donde fuera, pero las personas de Derechos Humanos no quisieron valer mi carta poder. Yo pedí refugio en Canadá y luego me citan a presentarme cara a cara con mis agresores, pero yo ya estaba acá. Yo dejé todo arreglado para que mis papá pudieran representarme, pero ellos no valieron mi asistencia, a pesar de que la carta poder está notariada.
Cuarto, no pudieron verificar mi domicilio. Me piden tener un domicilio en Guanajuato capital para recibir correspondencia, y mi tía Rosana vive allá, pero ella trabaja y llega a su casa después de horas de oficina. Las oficinas de Derechos Humanos dijeron que jamás pudieron comprobar la dirección de la parte quejosa.

Última y más importante, todos mis testigos me dijeron que cuando dieron su testimonio la persona que redactaba el documento escribía sin sentido, y que tuvieron que decirles “Yo como testigo no te firmo esto hasta que tenga sentido” y llegaron a imprimir ocho veces el mismo documento hasta que pusieran exactamente lo que declaraban mis testigos, sino no firmaban… gracias a Dios que tuve esos testigos.
¿Cuál es la situación actual del caso? ¿En qué estás ahorita?
Estamos esperando a que el Consejo de Derechos Humanos se junte a deliberar. Pero lo más chistoso es que lo único que van a deliberar es si hubo discriminación o no. O sea, se está tomando como un caso de discriminación únicamente y a como ellos me lo manejaron no están facultados ni para castigarlos. Como institución de derechos humanos querían que conciliáramos, pero hay cosas que son inconciliables. Como es una agresión de este tipo: violencia física, difamación, allanamiento de morada y violencia psicológica a mí y mi familia.
¿Cómo ha sido el apoyo por parte de Canadá como país de acogida?
Llegué y empecé a recibir tratamiento psicológico, porque tu sabes que después de vivir algo así… el hecho de darte cuenta que a tu propio país no le importas es como sentir que tus papás no te quieren, para mí ha sido muy pesado pensar que tuve que renunciar a mi nacionalidad para poder tener una vida de calidad, ¿en qué cabeza cabe?

Aquí estoy recibiendo apoyo psicológico, me están ayudando a tener una vida normal, estoy recibiendo todos los apoyos para ser una persona con los mismos derechos que un nativo canadiense.
Si el Consejo falla a tu favor, ¿cuál sería la consecuencia para tus agresores?
Las oficinas de derechos humanos nos dejaron bien claro que ellos no están facultados para castigar a estos individuos, probablemente solo les digan “ustedes hicieron mal” y se acabó. Eso es todo, ¡viva la ley de México!
Yo puse denuncia en CONAPRED pero fue exactamente lo mismo, ¿de qué me sirve que sea una institución nacional si se tardaron tres veces más de lo que se tardó en Guanajuato? A lo mejor con CONAPRED hubiera sido más fácil todo, pero apenas mandaron un papel a mi casa diciendo que yo me tenía que presentar… pero ¿ya para qué? Si yo no me muevo, yo creo que ya estaría muerto, a estas alturas ya no existiría yo.
Hay algo más que quieras decir para cerrar la entrevista, ¿algún mensaje que quieras dar?
Que mientras la comunidad gay esté más ocupada en “posar” y no en apoyarse mutuamente, nos van a seguir pisando, porque seguimos siendo una minoría. Solo invito a la gente a que denuncien, porque mientras más denuncias haya vamos a lograr que contraten gente competente, o que capaciten y sensibilicen en temas LGBT+ a quienes tienen que tomar estas decisiones.