¿VIP Para Ser Visible? Denuncian Exclusión y Lucro en el Guadalajara Pride 2025
El Guadalajara Pride 2025 está en el centro de la polémica. A pocos días de su realización, más de 30 colectivos y asociaciones LGBTIQ+ han alzado la voz para denunciar que el evento, históricamente construido como una manifestación de protesta, visibilidad y resistencia, está siendo privatizado y convertido en una plataforma de lucro para unos cuantos.
La principal molestia surge a raíz del anuncio de zonas VIP dentro del show posterior a la marcha del 14 de junio, con boletos que alcanzan hasta los $1,200 pesos. Para los colectivos, esta medida excluye a muchas personas de la comunidad que no pueden pagar y contradice los principios de inclusión que deberían regir cualquier evento del Orgullo.
En un comunicado público, los colectivos señalaron: “Nos parece inaceptable que se convierta un evento que históricamente ha sido de protesta, celebración y resistencia, en una plataforma para el lucro personal y empresarial”.

Pero la indignación creció aún más cuando, en un video compartido en redes sociales por la drag queen Gala Varo —grabado durante la conferencia de prensa oficial del Guadalajara Pride—, se confirma que al artista principal del evento se le pagó un millón de pesos, mientras que las drag queens locales, que año con año han sido pieza clave en la visibilidad del movimiento, no recibirán un solo peso por su participación.
Este doble rasero ha sido catalogado por activistas como un acto de exclusión y desprecio a las expresiones drag, que además de ser arte y cultura queer, han sido históricamente parte fundamental de las luchas LGBTIQ+.
“No estamos de acuerdo con que empresarios y corporativos se apropien de nuestro movimiento, excluyendo a quienes no cuentan con los recursos económicos para acceder a zonas privilegiadas, relegándoles a quedar hasta atrás y fuera de la experiencia principal del evento”, afirman.
La crítica también apunta a la falta de transparencia en el manejo del llamado “dinero rosa”. Los activistas recordaron que en 2024, el comité organizador reconoció haber recaudado más de $300,000 pesos en un evento llamado “Marica”, asegurando que esos fondos se destinarían a un centro comunitario. Sin embargo, hasta la fecha no existe ningún proyecto visible, verificable ni tangible que respalde esas promesas.
Los colectivos hicieron un llamado urgente a las autoridades municipales y estatales para que no sean cómplices de lo que consideran una desviación del verdadero sentido del Pride.
“El 14 de junio, una fecha que debería ser de unidad, visibilidad y justicia, quedará manchada por los oscuros intereses de un comité que ha decidido dar la espalda a su comunidad”, sentencian.
El movimiento LGBTIQ+ en Jalisco ha exigido históricamente igualdad, inclusión y representación. Pero hoy, desde dentro, voces denuncian que esos principios están siendo traicionados.
Porque el Orgullo no es un negocio. El Orgullo no se vende.
Y si hay que recordarlo con fuerza este año, lo haremos una vez más:
El Pride es de todes, no de quienes puedan pagarlo.
Actualización:
Frente a la presión pública, el comité organizador se echó para atrás, detuvo la venta de boletos y declaró el evento como gratuito para todes. Un paso en la dirección correcta, pero que no borra la falta de sensibilidad inicial.
Este episodio nos deja claro que la lucha no solo es hacia afuera. También es dentro del movimiento. Exigir coherencia, justicia y representación real es parte del orgullo.
El 14 de junio no es solo una fiesta: es una fecha que nos recuerda que seguimos resistiendo.
Y que el orgullo no es un negocio. Es memoria. Es protesta. Es comunidad.