El joven, víctima de violencia de género, no solo no recibió el apoyo de los agentes, sino que estos se rieron de él por ser maltratado por una mujer.
El machismo y la violencia de género son grandes problemáticas sociales que en su mayoría afectan a las mujeres, pero también hay hombres afectados por estas. Chicos que reciben maltrato por parte de sus parejas, pero que en la mayoría de ocasiones callan porque creen que no van a llegar a ningún lado, ya que se convierten en víctimas de mofas y burlas por parte de otras personas.
Algo así le ha ocurrido a Alfredo Turcumán, un hombre argentino de 28 años que desde hoy se suma a la desgraciadamente larga lista de víctimas de violencia de género. El joven ha muerto tras recibir una puñalada que le provocó un corte en el ventrículo izquierdo del corazón. La misma habría sido propinada presuntamente por su esposa, Claudia Antonella Moya, quien fue detenida.
Cabe recalcar que esta no era la primera vez que ocurría, ya que el fallecido se había declarado víctima de malos tratos en numerables ocasiones en varias comisarías. Denuncias que no tenían efecto, puesto que no era tomado en serio, e incluso se reían de él diciéndole que era un “maricón” por ser maltratado por una mujer, según relata el medio argentino TN.
A pesar de recaer sobre ella varias denuncias por violencia de género, la mujer, con la que se había casado un año antes, insistió en que era inocente, ya que su marido “se hirió con un cuchillo mientras arreglaba la cerradura de la puerta”. Una versión poco creíble, puesto que el fallecido presentaba lesiones en el cuero cabelludo y en el rostro, así como varios rasguños en la espalda.
A raíz de este caso han sido muchas las voces que critican el hecho de que no se difundan los casos de maltrato de género que se producen de mujer a hombre.
Esto ocurrió a mediados del año 2017 y apenas unos meses, la Corte descartó perspectiva de género en el caso Turcumán, ratificó la pena a Moya.
Criticó a la defensa por usar ese argumento y el de la legítima defensa al pedir revisar el fallo, que confirmó.

La Corte de Justicia confirmó la condena impuesta el 9 de agosto de 2018 contra Claudia Moya por el homicidio agravado por el vínculo de su esposo Alfredo Turcumán, cuyo castigo previsto por ley es perpetua, aunque en su caso se le fijó en 15 años de cárcel por circunstancias excepcionales de atenuación, como la conflictiva y violenta relación que mantuvieron en 17 meses de convivencia, dijeron fuentes judiciales.
En su fallo, los ministros Horacio De Sanctis, Ángel Medina Palá y Adriana García Nieto, descartaron que en el caso hubiera existido una situación de legítima defensa o que no se analizaran los hechos desde una perspectiva de género (violencia contra la mujer), tal como sostuvo el defensor oficial, Carlos Reiloba.
Los ministros criticaron al defensor por esa “deslealtad procesal”, al plantear esos argumentos recién ahora y no en otras etapas del caso, aunque igual analizaron las pruebas (testimonios, pericias médicas, psicológicas) y llegaron a la conclusión de que ninguna de esas hipótesis jurídicas se habían dado en la resonante causa.
“Fíjese que la protección jurídica de la mujer, que pregona la normativa aludida, está referida a la igualdad con los derechos del hombre a fin de evitar cualquier acto de discriminación. Precisamente no se postula un trato desigual (…). Una genuina valoración con perspectiva de género no equivale ni funciona como un eximente automático de pena”, dijo en su voto De Sanctis, quien en un caso reciente (el de Víctor Medina Jordá) había criticado también que se usara la perspectiva de género como sinónimo de encarcelamiento del hombre, sin resolver cada caso según las normas vigentes.
Con información de TN e ideal.es