El viernes 6 de diciembre de este año se viralizó una protesta feminista que tuvo lugar en la Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara, debido a la quema de libros sobre terapias de conversión que causó una enorme polémica entre la opinión pública. Pronto se escucharon opiniones antagónicas y se comenzaron a hacer suposiciones sobre las intenciones, formas y reclamos de la manifestación.
Decidí hacer esta entrada, porque hace unos días @enchantee_ics -estudiante de 23 años-, a quien llamaremos Lenchanteé (como su usuario de Twitter), publicó un hilo donde cuenta la crónica desde sus ojos como la persona detrás de la quema de libros.
Me parece importante hacer eco a sus palabras porque dan una perspectiva muy humana del proceso y pone sobre la mesa temas muy relevantes sobre el impacto de las redes en la vida privada de la gente… pero ya llegaremos a eso.
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206716958009253888
Lo que inicia aclarando es que ese día hubo dos convocatorias a la protesta, una de Mujer Índigo convocada por la FEU (federación de estudiantes de la Universidad de Guadalajara) y otra, a la que llama «la buena». Cuenta como, llegado el día, ya había muchísimas mujeres dentro de la FIL con sus pañuelos verdes, los cuales incluso se vendían dentro del recinto.
Lenchanteé estaba en una conferencia sobre la comunidad trans cuando le mandaron una captura de pantalla de la clínica VenSer (que promueve las ECOSIG, o sea, terapias de conversión para personas LGBTQIA+) lo que la llevó a enterarse de que a unos cuantos stands de ella estaban localizados. Ella tenía planeado, dice, hacer algún tipo de intervención el día siguiente.
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206719064241917953
A las 19 hrs estaban ya todas casi listas para dar inicio al ensayo, a pesar de que la prensa no les dejaba espacio suficiente para realizar el performance. A pesar de ello, unos minutos después ya estaban iniciado el performance de “Un violador en tu camino”, razón por la cuál se habían congregado la mayoría de las mujeres. «Al terminar, la sororidad invadió la zona», cuenta Lenchanteé en su cuenta de Twitter.
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206720537075994624
Cuando se enteraron que el rector de la Universidad de Guanajuato (UG) estaba dentro del recinto, la rabia de recordar el asesinato de Ana Daniela las motivó a salir a los pasillos rumbo al stand de la UG. En el camino, hacían notar con pancartas y cantos que la Universidad de Guadalajara también encubre acosadores. Cuando llegaron al stand el rector ya había huído, sin embargo, ellas se quedaron ahí para guardar un minuto de silencio.
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206721785472806914
Para ese momento, la movilización feminista ya tenía presencia por toda la feria. «En un país (mundo) donde se dan los ECOSIG, donde hay invisibilidad a mujeres trans (en la lucha), donde existen las violaciones correctivas. En un México donde la separación iglesia-estado sólo medio existe en la teoría… era necesario pasar a “aquel stand”».
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206725036154867712
Al llegar, Lenchanteé tomó uno de los libros y comenzó a hablar sobre lo que trataban. Las chicas del stand dijeron no saberlo. «No queremos estos libros aquí», dijeron entre ella y sus amigas, «Llévenselos», respondieron las chicas. Entonces salieron del recinto y se comenzaron a reunir entorno a los libros extendidos por el suelo.
Lenchanteé cuenta tener presente durante este momento su propia violación correctiva y las tantas violencias que han sufrido sus amigas: trans, bi, inter, pansex, no binaries.
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206728322840817665
Entre ella y una de sus amigas, comenzaron la quema. Acompañadas de cientos de mujeres y aliadxs que cantaban canciones, gritaban denuncias, aplaudían, gritaban en apoyo al acto simbólico. «Cada vez éramos más y el odio ardía y se volvía cenizas. Muchas corrían en círculo alrededor. Era todo un aquelarre. Todas, brujas, juntas… Sororales nos acompañábamos. Entendíamos lo que pasaba. Somos capaces, sin miedo y tenemos para quemarlo eso y mucho mucho más».
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206730206733451264
Por último, cuenta cómo en menos de una hora ya le llegaban por todos lados noticias y etiquetas de lo sucedido, por las fotos y videos subidas sin consentimiento por la prensa y lxs presentes. Si bien muchos mensajes eran de apoyo, muchos otros eran amenazantes y violentos. Esto, obviamente, comenzó a interferir en la vida de Lenchanteé, quien tenía una ansiedad que no la dejaba ni dormir.
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206732070355001345
Al final de su hilo y por lo que he podido hablar con ella (por cierto muchas gracias por contestarme), Lenchanteé cuenta ya sentir bastante sanado el proceso. Sin embargo, creo que vale la pena hacer énfasis en la importancia del periodismo consciente y del consentimiento en la publicación de imágenes, para proteger la integridad de las personas.
https://twitter.com/enchantee_ics/status/1206732959983665152
Por último, me gustaría cerrar con otra frase que está dentro del hilo, que responde un poco a los comentarios que se hicieron contra el acto simbólico de quemar libros. Lencahnteé está hablando del miedo y coraje que sentía justo antes de iniciar la quema al recordar toda la violencia estructural a la comunidad LGBTQIA+: «”WEY NOOO LOS LIBROS😭👌” fue un chiste constante».