¡Hola estimado/a lector/a!
Qué gusto volver a estar contigo, ya sea en la sala de tu casa, en algún café o incluso por la pantalla de tú teléfono celular en cualquier lugar en donde te encuentres. En esta ocasión, quiero que platiquemos sobre algo muy importante en la vida de las personas que pertenecemos a la comunidad LGBTQ, que es desde mi punto de vista personal y profesional muy importante y quizás, una de las mejores oportunidades de nuestra vida.
Aunque quizás entre en debate y mucha gente esté en desacuerdo, incluso cuando hace unas semanas publiqué en twitter una frase sobre este tema me contestaron:
“No deberíamos salir del clóset, porque el clóset no debería existir”
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Tendría muchas cosas que compartir con esta persona, pero después de analizar un rato entendí que en parte tiene razón, sin embargo estimado lector, en el mundo que aún vivimos (breaking news!) aún es necesario. Por lo tanto, en la actualidad es necesario que aprendamos a identificar que esta experiencia, aún forma parte de nuestra vida y no tiene que ser la cosa más terrible y temerosa a la cual te hayas enfrentado, salir del clóset es una experiencia de amor propio y aceptación y debemos vivirla como tal, pero me estoy adelantando.
Antes de continuar me gustaría que definamos de manera resumida ¿qué es el clóset? El clóset es este espacio en el que vivimos con miedo, rodeados de mentiras y soledad. El clóset, no es un lugar físico, claro está, es un estado mental en el cual las personas de orientación sexo-afectiva no heterosexual nos vemos orillados a existir debido a las presiones sociales, a los miedos aprendidos y a la homofobia interiorizada.
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Ahora, en este blog no planeo criticar a las personas que viven en el clóset. Todos tenemos motivos diferentes para decidir o no salir de él, condiciones familiares, historias de vida, situaciones sociales, procesos personales, etcétera. Lo que si me gustaría hacer, es enfocarme en darte algunas pequeñas sugerencias para hacer de esta experiencia más fácil. Si bien, quiero recalcar que creo fervientemente en la autoproclamación homosexual, porque como dice Gabriel J. Martín, psicólogo español y experto en Gay Affirmative Psychology: “Homosexual no es una etiqueta, porque no resume a la persona. Es una categoría, de las muchas a las que pertenecemos los seres humanos”.
Es el significado y la carga emocional que le damos a las etiquetas las que nos dañan, no la etiqueta en sí.
Declararte LGBTQ es simplemente aceptar una parte de ti, sólo cuando aceptas esto es cuando puedes proclamarte en paz y feliz con este atributo. Deja de tener un sabor amargo o negativo y pasa a formar parte integrada del todo que eres y definitivamente creo que esto es esencial para poder tener relaciones interpersonales mucho más sanas y felices; dejar de mentirles a todos y relacionarte desde la vergüenza, limitando tu comportamiento y analizando cada comentario para evitar “delatarte”. Entonces, a ti mi amigo/a lector, si estás a punto de salir del clóset o si estás pensando en liberarte de una vez por todas de esas cadenas que te atan a la soledad y al miedo, te tengo algunos tips:
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Cambia la perspectiva
Enfócate en hacerlo como un acto de amor y evita hacerlo por miedo, éste es un acto de celebración, un acto de amor propio y estás dejándole saber al mundo lo mucho que te amas y aceptas tal y como eres, sin culpas ni miedos, incluyendo a las personas que amas. Salir del clóset por miedo muchas veces evita que podamos planear nuestras estrategias y se ha comprobado científicamente que la perspectiva negativa de un evento nos somete a cargas muy pesadas de estrés, por lo cual guardamos estos recuerdos como algo doloroso.
Hazlo consciente de ti mismo
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Muchas veces, y conozco muchos casos, salimos del clóset en estados alterados de consciencia (fancy way para decir: ¡borrachos!) o durante peleas y con mucho drama de por medio. Evita hacerlo a través de estos medios, salir del clóset requiere valor y amor, recuerda tenemos que ser emocionalmente inteligentes y si elegimos éstas situaciones para decir una noticia así, quizás podríamos encontrarnos de cara a frente con una muralla de rechazo o mucho más drama.
Crea el ambiente necesario
Junto con pegado va el punto anterior y este. Si bien, nada crece si el ambiente no es propio para ello, de igual manera hay que elegir el momento adecuado para hacerlo e identificar que nuestros receptores estén en el mejor canal para recibir la noticia como lo que es: una buena noticia. Quizás el funeral de la abuela o la boda de tu hermana no sea un momento indicado, está en nuestras manos poder crear un ambiente necesario.
No lo hagas como quién da una mala noticia, juntando a toda la familia en la sala y con ambiente sombrío, sé que te estarás cagando de miedo, pero mientras con mayor naturalidad lo hagas, mejor. Al fin y al cabo no estás contándoles un crimen o que eres alienígena ni pidiendo permiso, simplemente estás comentando algo que forma parte de ti y listo.
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Utiliza el lenguaje correcto
Si bien es tarea de toda una vida, aprender a comunicarnos nos facilitará muchas cosas en la vida y ésta es una de ellas. Primero que nada, es importante identificar que cada persona es diferente y que no podemos decir lo mismo a nuestros padres que a nuestros amigos o a nuestros herman@s, así que empezamos por adaptar nuestro “speech” para cada audiencia, eligiendo llamar a las cosas por su nombre.
Evita usar un lenguaje basado en la vergüenza o culpa, recuerda que no eres culpable de nada. Brevemente te describo lo que yo hice, espero que te funcione aunque yo sé que todos tenemos contextos diferentes (es una idea, puedes adaptarla a tu historia):
-Mamá, papá: ¿consideran que soy un buen hijo?-
-Sí, hijo, claro que sí-
-¿Y una buena persona?-
-También hijo-
-¿Qué es lo que ustedes quisieran para mi vida?-
-Pues hijo, quisiéramos que fuera feliz y siguieras todos tus sueños-
-¿Y me aman?-
-Claro que sí hijo, te amamos mucho-
-Pues bien, quiero que sepan que me considero una buena persona, que trato siempre de ser un bueno hijo y que me alegra mucho que esperen que sea feliz en mi vida y siga mis sueños. Me hace feliz saber que me aman mucho y porque les amo quiero compartir con ustedes una parte de mi vida: soy gay y me amo mucho. Solo quería hacerles partícipes de una parte más de mi vida, les amo mucho-
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Ésta es la forma en la que yo lo hice, y sé que quizás estés pensando: “ah lo tuviste muy fácil, tus padres no son tan homófobos o machistas”. Pues déjame decirte que te equivocas, mis padres son muy humanos y tienen una historia familiar de machismo y homofobia al igual que muchos otras personas. Sin embargo utilice el lenguaje como una herramienta importantísima, para poder hacerles llegar desde el amor mi mensaje, no estoy diciendo que ésta es la fórmula mágica y repliques mi historia, simplemente: tómala como base para construir un diálogo de comunicación asertiva.
Prepárate
Si bien hasta aquí todo suena muy bello y estoy seguro que con éstas tácticas hay mucha mayor posibilidad de tener un resultado más cercano a la aceptación, lamento decirte que no todo es color de rosa siempre. Quizás aún usando estas herramientas, podríamos encontrarnos con una mala disposición ante la noticia y para esto te digo: NO ES TU CULPA. No es tu responsabilidad como la gente toma esta noticia, si el rechazo ocurre de inmediato, en realidad están rechazando sus miedos, sus construcciones sobre lo que ser homosexual (LGBTTTIAP) significa.
Sé que duele, pero muchas veces nos toca predicar con lo que pedimos: empatía. Si incluso nosotros luchamos con nuestros miedos, desinformación e incertidumbre, quizás nuestros padres también están llenos de esos y es ahí donde quizás podamos empatizar con ellos. No “debería” ser así, sin embargo vivimos en el mundo real y no en el “deberismo”, así que si esto llega a ocurrir recuerda que no tiene nada que ver contigo.
Si en alguna situación más complicada incluso llegarán a sacarte de casa, previo a decirles organízate con algún otro ser querido para poder quedarte en su casa, ya sea algún hermano/a, amigo/a o familiar. Recurre a tu red de apoyo y si es necesario incluso averigua previamente sobre asociaciones o instituciones de apoyo a la comunidad LGBT.
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Muchas veces es solo un período de transición y adaptación, pero recuerda que no haces esto por ellos, haces esto por ti mismo/a. Salir del clóset no tiene nada que ver con los demás, es un acto de afirmación propia, porque te aceptas tal y como eres y porque mereces amarte tal y como eres, sin miedo, sin juicios ni mentiras.
Salir del clóset es abrir una puerta a que el mundo conozca el maravilloso ser que eres de manera completa, siento tú mismo en totalidad y compartiendo esa individualidad con tus seres amados y los que te rodean.
A veces dar el paso es difícil, pero créeme: Todo mejora; está en nuestras manos desarrollarnos para hacer eso posible y cultivar el amor propio y aceptación es fundamental para lograrlo.
Querid@ lector, de todo corazón, espero que estas palabras te ayuden. Que estos tips puedan servirte como base para dar el primer paso hacia ser tú mismo y de ésta manera, un paso más cera a ser feliz.
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